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Sobrarbe cuidadora de las emociones
La plasticidad emocional
Durante unos cuantos episodios y después de todo el recorrido por el mundo emocional vamos a ampliar información introduciendo varios conceptos más complejos sobre inteligencia emocional que nos pueden ayudar en nuestro día a día.
En esta ocasión, vamos a hablar de la idea de plasticidad emocional. Este término viene enmarcado dentro de la Inteligencia Emocional, que son un conjunto de habilidades y competencias emocionales que disponemos los seres humanos. La plasticidad emocional es la capacidad de moldear nuestro propio sistema de pensamientos y emociones con el fin de aumentar nuestra inteligencia emocional. Permitirnos nuevas opciones, nuevas experiencias que nos lleven a nuevos escenarios y a la vez nuevas sensaciones que permitan dar lugar a enriquecer los pensamientos y las emociones.
En el campo de la neuropsicología existe el término plasticidad cerebral que viene a referir a que en el plano cerebral, la tendencia natural es que las conexiones neuronales cambien su funcionalidad y estructura debido a cambios internos o externos y con ello cambien algunos pensamientos, creencias y conductas. A lo largo de la vida, realizamos estos cambios según el ambiente, para adquirir nuevas habilidades y adaptarnos a situaciones.
Cada persona tiene un sistema de creencias establecido por el contexto familiar y cultural, la experiencia, el tipo de personalidad, y las circunstancias del presente.
Durante nuestra existencia, experimentamos infinidad de situaciones dentro un contexto cultural y familiar determinado, que define y condiciona nuestras creencias y configura parte de nuestra personalidad. Las situaciones vitales que van sucediendo, tienen un impacto que influye en nuestra forma de sentir, pensar y actuar. Cada persona además tiene unos rasgos de personalidad que engloban las conductas que llevamos a cabo y reflejan las percepciones que tenemos del mundo, además de definir que existen diferentes entre las personas. El momento vital es importante porque no es lo mismo la vida a los 15 años que a los 30, cada etapa evolutiva tiene sus características específicas y el aquí y ahora cambia continuamente.
Nuestro sistema de pensamientos y emociones viene definido por la visión que tenemos del mundo exterior y el mundo interior. Si esta visión es rígida, difícilmente podamos amoldarnos a los inconvenientes, los acontecimientos estresantes o los cambios. En cambio, si se tienen o practican pensamientos y emociones flexibles y existe una base de reconocimiento de estos, se puede conseguir la capacidad de ampliar la visión del mundo externo y/o interno, que resulte más enriquecedor y funcional, proporcionar más líneas de pensamientos y más oportunidades para experimentar nuevos escenarios.
La plasticidad emocional se puede entrenar, de forma autodidáctica, leyendo, o acudiendo a terapia para trabajar las emociones y las habilidades sociales y comunicativas pero es importante tener presente permitirnos ser flexibles ya que las ventajas de estimular la plasticidad emocional nos puede aportar, mayor diversidad de experiencias, aumento de capacidad para aprender y generar nuevas soluciones, mejora de la capacidad para entender las cosas.
